“Las instituciones médicas están unidas” En una jornada convocada por FEMECON, representantes del Colegio de Médicos, la Caja de Previsión, FEMEBA, el Centro Médico Mar del Plata y la COMRA, compartieron diagnósticos, alertas y estrategias comunes. El encuentro tuvo como eje recuperar el intercambio directo entre dirigentes y plantear una defensa común del ejercicio profesional.     En la sede de la Federación Médica del Conurbano se realizó, el miércoles 26 de noviembre, un encuentro interinstitucional que reunió a representantes del Consejo Superior del Colegio de Médicos, la Caja de Previsión y Seguro Médico, FEMEBA, el Centro Médico Mar del Plata, la Confederación Médica de la República Argentina y dirigentes de las entidades que conforman la FEMECON. La jornada amplió su alcance federal con la presencia de Mauricio Eskinazi, presidente del Consejo Federal de Entidades Médicas Colegiadas -CONFEMECO-.   El objetivo del encuentro fue recorrer el último año institucional, intercambiar diagnósticos, exponer experiencias concretas, medir impactos de la coyuntura política y sanitaria y avanzar en acciones coordinadas. Lo que emergió fue una lectura compartida de riesgo y fragilidad del sistema: pérdida de financiamiento, vacíos regulatorios y un ataque a la colegiación profesional que, según los dirigentes, pone en jaque la capacidad de control y garantía pública sobre la práctica médica. La apertura estuvo a cargo del ex presidente de FEMECON Roberto Scarsi, quien definió el espíritu de la jornada: «Este es el principio de una reunión de amigos de muchos años, que se han involucrado en la conducción de las instituciones médicas de la provincia y del país. La idea es compartir experiencias mano a mano». Scarsi celebró la oportunidad de «recorrer lo vivido por cada entidad, la evolución, las novedades, las derrotas y las batallas ganadas o perdidas».     Escenario institucional: amenazas, desafíos y respuestas   Rubén Tucci, presidente del Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, describió el último año como «muy preocupante” para la colegiación obligatoria y «no solo para los médicos, sino para todas las profesiones». «La desprolijidad con la que se intentó eliminar la colegiación también arrastra a instituciones históricas de la provincia, como la Caja de Previsión y Seguro Médico. Y, por qué no decirlo, afecta el trabajo de la medicina primaria», apuntó. Tucci recordó además que «tenemos rango constitucional en la provincia. Cuando se modificó la Constitución, se incluyó la garantía del Estado para la actuación de los colegios y esto fue fundamental». Además, agregó que otras provincias incorporaron el mismo criterio y que los colegios continúan cumpliendo un rol central en la formación de recursos humanos, la certificación y la recertificación profesional: «Fueron pioneros y muchas instituciones siguieron el mismo camino», sumó. Por otra parte, el presidente del Colegio relató el episodio del fentanilo adulterado como ejemplo del rol sanitario que cumplen las entidades profesionales: «Apenas detectamos el problema, difundimos la alerta. No lo logramos del todo, fallecieron más de 100 argentinos y esto demuestra la necesidad de controles y de que los médicos tengan un ámbito para plantear problemas que exceden lo técnico».   Tucci también hizo hincapié en los fondos solidarios y en la protección frente al acoso y las dificultades laborales: «Para nosotros, todo lo que pasa por el Colegio tiene que pasar por la colegiación», sintetizó. Héctor Sainz, presidente de la Caja de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, retomó la advertencia sobre los riesgos institucionales: «Si desaparece la colegiación, desaparecen todas las entidades detrás y se produce un caos y un descontrol: nadie sabrá quién ejerce o si está habilitado. Esto es grave desde el punto de vista sanitario». Sainz marcó además otra preocupación: el avance de la telemedicina sin controles claros. «Hay consultas en la provincia realizadas por médicos que no son de la provincia, o incluso que no son argentinos. Algunos ni siquiera viven en el país, no aportan y no pertenecen a nuestra sociedad. Y muchas de esas prestaciones no son una ‘segunda opinión’: son atención directa», dijo.   Luego se centró en la dimensión financiera y laboral del problema y señaló que «las entidades vienen a la Caja porque, si los médicos no tienen ingresos suficientes, no tienen jubilación. No hay magia. Debemos defender las fuentes de trabajo y que las consultas se facturen en la provincia».   Por otro lado, Sainz llamó la atención sobre la informalidad en el trabajo médico y apuntó que «si Argentina tiene un 50% de informalidad, en la medicina es más: un 50% no registrado más otro 50% gris». Finalmente, concluyó con un mensaje: «Estamos trabajando por la provincia; es el refugio que debemos buscar las entidades con base legal frente al ataque del poder central. Si no lo hacemos, vamos a desaparecer». Adrián Balbín, presidente de FEMECON, trazó un panorama sobre el trabajo médico y los cambios culturales de la profesión, señaló que «es un momento crítico para el Colegio, la Caja, las federaciones y las entidades primarias» y apuntó que es necesaria una renovación desde lo dirigencial.   En tanto refirió que «el acto médico de hoy debido a múltiples causas ha cambiado notablemente en relación al trabajo que se realizaba tiempo atrás, la medicina se volvió más distante del paciente». En este sentido, advirtió que ese cambio no será fácil de revertir y que las instituciones debemos pensar cómo recuperar una práctica más cercana a los pacientes: «Entre todos tenemos que generar un ámbito para inculcar otra forma de hacer medicina», dijo. Sobre la actualidad de FEMECON, el presidente repasó la relación con IOMA, la cual es amena y fluida, además de ser el principal financiador. Sobre el nuevo convenio logrado a partir de largas negociaciones, dijo: «desde marzo de 2025 comenzó una etapa de gerenciamiento e iniciamos un cambio profundo: pasamos a gerenciar el convenio y a cobrar la cápita de forma descentralizada, es decir, que lo hacen en forma directa cada una de las entidades. Ese ordenamiento era necesario para defender el trabajo médico». Y reforzó que «la clave del momento es la articulación, la idea es estar conectados permanentemente, compartir la problemática y trabajar juntos para enfrentar los nuevos desafíos».   Por su parte, los representantes de FEMEBA destacaron la importancia de mostrarse unidos. «Si esta reunión pudiera traducirse en una foto, sería un mensaje al gobierno: estamos todos juntos defendiendo nuestras instituciones» dijo Alberto Cuyeu, al tiempo que subrayó la necesidad de llevar cada vez más trabajo “en gris” hacia la formalidad: «Eso es lo que va a fortalecer a las instituciones», dijo. En tanto, Norberto Melli profundizó en las dificultades del 2024 y del inicio de 2025: «El ataque de IOMA y del Ministerio generó que entidades se fueran, pero rápidamente se dieron cuenta de que solas no iban a ningún lado, volvieron y juntos pudimos encauzar el convenio». Melli también destacó la necesidad de fortalecer el vínculo con el poder político y cerró con un mensaje hacia dentro de la profesión: «Lo que hacemos nosotros no lo hace nadie más. Ser médico es difícil, la lapicera y lo que escribimos valen mucho. Fortalezcamos eso».   A su turno, Gustavo Méndez, presidente del Centro Médico de Mar del Plata resumió un año intenso para la institución: «Representamos a 1.100 médicos activos y unos 330 jubilados. Tuvimos un proceso complejo con nuestra obra social, el SAMI, que venía con déficit desde antes de la pandemia», y relató que lograron una alianza estratégica con una prepaga que absorbió la cartera de afiliados, lo que permitió estabilizar la institución: «El 1° de octubre se cumplió un año de esa transferencia y nos dio tranquilidad institucional y personal». Méndez valoró además los avances en la relación con el Hospital Privado de Comunidad y concluyó con un mensaje: «No estamos hablando de fútbol: estamos hablando de salud y necesitamos que lo entiendan. Si seguimos haciendo lo mismo, ya sabemos a dónde vamos».     Un cambio de paradigma   El cierre estuvo a cargo del presidente de la COMRA, Jorge Iapichino quien sostuvo que «cuando no hay un mensaje claro sobre hacia dónde vamos -y en nuestro caso, hacia dónde va el sector Salud- queda una sola palabra: incertidumbre». El dirigente señaló que «desde el Gobierno nacional no hay ningún mensaje nítido sobre cuál es el futuro del sistema y la provincia está inevitablemente atada a lo que defina el Ministerio de Salud de la Nación». Iapichino también advirtió sobre la parálisis regulatoria en torno a la telemedicina, un cambio que -según planteó- ya está modificando la práctica cotidiana. «Hoy vemos familias atendidas por pantalla, con médicos que miran más la computadora que al paciente. Ese cambio de paradigma impacta en toda la profesión. Y los jóvenes son jóvenes antes que médicos: no participan de las instituciones, y lo mismo ocurre con las mujeres, a pesar de que la profesión es mayoritariamente femenina. Necesitamos esa mirada». Luego apuntó al corazón del problema: la falta de financiamiento. «Creo sinceramente que todavía no vimos lo que se viene. Hay incertidumbre y faltan datos, se habla de reforma, y tal vez sea necesaria, pero el verdadero problema es que el Estado nacional se retiró hace décadas. Hoy el subsector estatal muestra un deterioro muy profundo. La Nación redujo su aporte del 3,5% al 1,7% del PBI, y esa caída se trasladó al resto del sistema y al bolsillo de la gente. Ese es el peor financiamiento posible», resumió. En ese escenario, afirmó, también los médicos están en una situación crítica. «Muchos hacen malabares para trabajar y otros enfrentan causas judiciales por situaciones que no deberían ocurrir. Mientras tanto, la tecnología avanza: no nos va a reemplazar del todo, pero sí va a reemplazar muchas tareas. Ese es el cambio cultural que estamos viviendo». Frente a este panorama, definió un doble desafío: la incertidumbre sobre las medidas que pueda tomar el Gobierno y el cambio profundo de la profesión. «Tenemos que convertirnos en predicadores ante los médicos. No es fácil, pero es necesario. Lo que viene es complejo y la tecnología llegó para quedarse, si no nos unimos, si no defendemos nuestras instituciones, si no generamos recambio y construimos consensos, el camino será mucho más difícil».     Unidad, legitimidad y presencia política   La jornada dejó como conclusión una reflexión común: sin instituciones fuertes, colegiación obligatoria y redes territoriales activas, la defensa del trabajo médico queda debilitada. En este sentido, todos los dirigentes coincidieron en que el contexto exige unidad, diálogo y presencia política. «Lo que hicimos hoy es lo que hicimos siempre: escucharnos, compartir lo que pasa y trabajar juntos. No hay otro camino», concluyó Scarsi. Luego apuntó al corazón del problema: la falta de financiamiento. «Creo sinceramente que todavía no vimos lo que se viene. Hay incertidumbre y faltan datos, se habla de reforma, y tal vez sea necesaria, pero el verdadero problema es que el Estado nacional se retiró hace décadas. Hoy el subsector estatal muestra un deterioro muy profundo. La Nación redujo su aporte del 3,5% al 1,7% del PBI, y esa caída se trasladó al resto del sistema y al bolsillo de la gente. Ese es el peor financiamiento posible», resumió.     Por María José Ralli