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3er. Congreso Nacional de Salud de la COMRA
La salud del presente para pensar el futuro
 
 
La Confederación Médica de la República Argentina realizó el 3er. Congreso Nacional de Salud en su sede central el pasado 18 de agosto. A lo largo de la jornada dirigentes, funcionarios, legisladores y representantes del sector abordaron desde diferentes aristas la actualidad del sistema sanitario con el objetivo de plantear puntos en común para avanzar hacia una atención de la salud inclusiva, equitativa, con mejor calidad de atención y seguridad y mejores condiciones de trabajo para los profesionales. “Desde la COMRA hace años venimos promoviendo una serie de iniciativas en relación al sistema de salud y este Congreso, que volvemos a realizar luego de haber transcurrido la pandemia, es una oportunidad para analizar dónde estamos hoy” dijo Jorge Coronel, presidente de la entidad en sus palabras de apertura. En su diagnóstico, sostuvo que “la pandemia expuso al sistema de salud a una realidad que nunca antes había vivido y para todos los equipos de salud significó un trabajo muy intenso que dejó marcada la importancia que tiene la Salud en todos los ámbitos”. Coronel señaló que “a pesar de su relevancia con el paso de los meses el interés fue decayendo; no queremos que eso ocurra y desde aquí queremos participar del debate”. Con el fin de seguir garantizando una mejor atención tanto para la población como para los equipos de salud, el Congreso abordó temas como la seguridad y la calidad, así como el avance tecnológico, la innovación y la necesidad de avanzar hacia la mejora de procesos para garantizar mejor accesibilidad.
“En el sector salud se viven las mismas desigualdades hacia adentro que vive la sociedad y por eso necesitamos poner en relevancia la importancia de seguir trabajando en la defensa de la dignidad del trabajo médico”, sintetizó Jorge Coronel para dar paso a las mesas de debate que se sucedieron a lo largo de la jornada: Calidad y seguridad del paciente, Evaluación de tecnologías y recursos humanos, Financiamiento del Sistema de Salud Argentino, Bases para pensar una reforma del sistema de salud en Argentina y Perfil y formación del médico gremial.
Uno de los temas transversales de la jornada fue el análisis de las herramientas disponibles y necesarias para compatibilizar y optimizar la atención médica. La mirada legislativa estuvo a cargo del Senador Nacional Mario Fiad quien subrayó una vez más la urgencia de contar con una Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias “que merece un debate amplio y profundo”. Fiad reconoció que si bien los debates se deben dar en el Parlamento, los procesos legislativos “son muy lentos”. Sin embargo. hoy hay dos proyectos sobre la creación de una AGNET con “puntos de consensos”. “Tiene que ser un organismo descentralizado con autarquía económica y financiera, con incumbencia en evaluación de medicamentos y en la producción de técnicas y procedimientos clínicos y quirúrgicos, así como la protocolización”, detalló el senador y advirtió que “los conflictos de intereses fueron frenando los proyectos de leyes anteriores, esperemos que esta vez avance”. “Tiene que haber un órgano asesor plural donde estén contempladas todas las instituciones”, agregó el legislador y resaltó que “el objetivo es mejorar la salud de la población y la AGNET es un objetivo compartido: tener la mirada centrada en la seguridad del paciente con reglas claras y procedimientos transparentes y participativos, independientes de presiones y conflictos de interés, con dictámenes vinculantes y financiamiento sostenible, y que tanto el resultado como los procesos sean públicos para que la transparencia sea total”. “La ética es el factor fundamental, la AGNET tiene que nacer con la confianza, el respaldo y la convicción de que es un órgano ordenador del sistema de salud, que va a mejorar la salud, minimizar riesgos y ponderar la calidad”, concluyó.
En cuanto al financiamiento de salud argentino, David Aruachán, gerente general de la Superintendencia de Servicios de Salud señaló que la pandemia fue un punto bisagra en la lógica para entender el sistema de salud local y sirvió de impulsora de acciones que habían quedado relegadas y explicó que la coyuntura impulsó a generar herramientas distintas con una perspectiva del sistema desde el ciudadano, tratando de acercar la previsibilidad con una base lógica en cuanto al financiamiento y la cobertura. “Empezamos a diagramar en una mesa acotada la necesidad de contar con herramientas distintas de integración del sistema y unificación de beneficios, en el desarrollo de un Plan de beneficio único para todos los ciudadanos que reemplaza el PMO”, adelantó e indicó que “esa canasta básica de servicios tiene que ser el punto inicial para poder integrar al sistema desde una perspectiva sanitaria y humanitaria”. “Los derechos tienen que ser respetados pero las coberturas y los accesos tienen que ser racionalmente brindados”, agregó.
Aruachán explicó que el plan de salud está organizado por líneas de cuidados priorizadas y protocolizadas y que se trata de “una herramienta de política pública anclada en procesos sistémicos y transparentes que permite dotar al sistema de instrumentos para alcanzar los objetivos de salud del país, aumentar el acceso efectivo y la equidad y sentar las bases para la integración del sistema”. Asimismo tiene como objetivo “aportar legitimidad en la toma de decisiones y mejorar la planificación de los recursos financieros, humanos y de infraestructura y la rendición de cuentas”. “Estamos trabajando en consensos políticos para que salga con fuerza de ley y se fortalezca como herramienta fundamental para asegurar su implementación en todos los sectores y con la adhesión de cada una de las provincias”, destacó el funcionario.
 
 
Bases para una reforma
La reforma del sistema de salud argentino es parte de la agenda de discusión. En este sentido Adolfo Rubinstein, director del Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud sostuvo que para avanzar en el cami- no “tenemos que salir de la burbuja y convencer a todos los actores”, e involucrar a sociedades científicas, universidades, federaciones médicas y prestadores. “No es solo un problema de formulación, ni siquiera tenemos que adaptar la reforma” dijo y sostuvo que “los que planificamos estamos muy lejos de los que implementan, esa brecha hace que las cosas fracasen en el medio y las estrategias tienen que ser políticas y no solo tecnocráticas”.
“Nos está faltando inteligencia política y sacarnos lo que contamina el diálogo, hay políticas y reformas que tienen que salir de la contingencia para avanzar en estrategias que mejoren la salud de la gente”, agregó el ex-Ministro de Salud de la Nación. Rubinstein adelantó que están trabajando en cuatro ejes programáticos para encarar el proceso de reforma: el primero es el diseño de la estructura del sistema en cuanto a la falta articulación e integración y cómo generar todos los vasos comunicantes para comenzar a complementar los diferentes subsistemas con las fortalezas de cada uno. “El segundo eje tiene que ver con una de las banderas de la gestión que yo encabecé, que es la Cobertura Universal, no aspiracional ni nominal, sino efectiva y no sólo para el sector público, sino para toda la ciudadanía, y cómo avanzar para lograrlo”, explicó. El tercer eje se relaciona con la importancia de avanzar sobre la prevención en APS, salud mental y enfermedades crónicas, así como avanzar en políticas de coberturas de medicamentos “sobre todo los innovadores que son los que en este momento más amenazan con la sustentabilidad de los sistemas de salud”. Y el último, trabajar en la política de recursos humanos profesionales y no profesionales que necesita la Argentina “para encarar estos procesos de reforma”.
Por su parte, Rubén Torres, presidente de la Federación Latinoamericana de Hospitales señaló que “no hay que hacer una revolución sino una evolución” y que la reforma es necesaria porque “el sistema tiene crisis de legitimidad, de racionalidad y ética”. “Pensemos qué podemos ir haciendo mientras caminamos hacia la reforma”, propuso y advirtió que “se necesita voluntad política’’. “Cuando hablo de evolución no se trata sólo de un avance sino de trabajar también en un horizonte en común frente a lo que se hizo bien.
No sirve si no existe una lógica de institucionalidad”, agregó el médico sanitarista y volvió a insistir en que “no podemos gastar lo que no tenemos”. Rubén Torres también subrayó que “la sociedad no recuperó el grado de conciencia con respecto a la salud, un interés que siempre estuvo en el puesto 10 entre las prioridades de los argentinos” y lamentó la “pérdida de sentido de solidaridad del conjunto de la sociedad”.
En este sentido, recordó que la Salud es un bien público al que se tiene derecho, pero que no habrá un acceso equitativo en tanto “las obras sociales y los gobiernos provinciales transiten por caminos distintos”. “Dentro del sector nadie tiene dudas de que hay que hacer una reforma, pero es algo que no hemos podido trasladar al sector político”, señaló y sostuvo que “ningún dirigente va a tomar determinaciones sobre algo que no considera un problema para el conjunto de la sociedad”, sostuvo Torres.